El 29 de junio, en el tren de primera hora de la mañana marché rumbo a Barcelona, donde ahí tenía que coger el vuelo que me llevaría desde Barcelona al aeropuerto de Glasgow Prestwick (el más cerca de la primera granja) y como de aventuras iba la cosa, la primera noche la pasé en el aeropuerto dado que llegué a las 11 de la noche.
La primera noche fuera de casa fue más que superada, y más cuando tienes a otra pareja de españoles durmiendo al lado tuya. La suerte de este aeropuerto es que tenía una estación de tren al lado del aeropuerto. Lo que me separaba de la familia era un tren de cercanías y un autobús. Si algo puedo destacar de este trayecto fue: la amabilidad que recibí y las impresionantes vistas del Sur de Escocia, INCREIBLES!! difíciles de describir con palabras.
Después de verdes paisajes llegué al pueblo Newton Stewart, un pueblo muy inglés. Ahí estaba esperando la familia con la que iba a estar las siguientes dos semanas. Por ser concreto, la granja estaba a unos 15 minutos de aquél pueblo. La familia estaba compuesta por 2 adultos y 3 hijos.
El día a día en esa granja era muy llevadero, el trabajo empezaba sobre las 9 de la mañana de lunes a viernes y en todas te pedían más o menos una colaboración de 5 horas diarias (aunque parece demasiado, si eres una persona apasionada de la naturaleza y deseas ayudar a esa familia, no es algo duro). Entre las labores que realicé: cortar leña (el inverno de Escocia es muy frio), construir un muro de piedra, trabajar en el invernadero (sobre todo los días que llovía).
No solo destacaría el buen ambiente que encontré con esta familia, sino que además tuve la suerte de estar con otro WWOOFers. Este WWOOFers era natural de Londres, aunque a diferencia de mi, no era su primera experiencia como WWOOFer.
Otro aspecto, que lo he mencionado antes, es la oportunidad de conocer diferentes lugares: pequeños pueblos, distintos paisajes... Un pequeño pueblo que visité fue por ejemplo, Wigtown, donde es famoso por las 14 "Bookshops" (yo estuve en las 14)
Para ir finalizando y no aburrirles estos pequeños recuerdos, al finalizar en esta granja, viajé hasta Liverpool para encontrarme con mi hermano, pude disfrutar con él una pocas horas antes de volvernos a separar para ir a la siguiente granja.
Nos vemos en la siguiente entrada donde hablaré sobre segunda granja y el reencuentro en Bristol, tras 5 semanas sin ver a mi hermano.
El día a día en esa granja era muy llevadero, el trabajo empezaba sobre las 9 de la mañana de lunes a viernes y en todas te pedían más o menos una colaboración de 5 horas diarias (aunque parece demasiado, si eres una persona apasionada de la naturaleza y deseas ayudar a esa familia, no es algo duro). Entre las labores que realicé: cortar leña (el inverno de Escocia es muy frio), construir un muro de piedra, trabajar en el invernadero (sobre todo los días que llovía).
No solo destacaría el buen ambiente que encontré con esta familia, sino que además tuve la suerte de estar con otro WWOOFers. Este WWOOFers era natural de Londres, aunque a diferencia de mi, no era su primera experiencia como WWOOFer.
Otro aspecto, que lo he mencionado antes, es la oportunidad de conocer diferentes lugares: pequeños pueblos, distintos paisajes... Un pequeño pueblo que visité fue por ejemplo, Wigtown, donde es famoso por las 14 "Bookshops" (yo estuve en las 14)
Para ir finalizando y no aburrirles estos pequeños recuerdos, al finalizar en esta granja, viajé hasta Liverpool para encontrarme con mi hermano, pude disfrutar con él una pocas horas antes de volvernos a separar para ir a la siguiente granja.
Nos vemos en la siguiente entrada donde hablaré sobre segunda granja y el reencuentro en Bristol, tras 5 semanas sin ver a mi hermano.
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